lunes, 8 de diciembre de 2008

Rimitti















hay cosas que exceden toda tu capacidad de entendederas. Quizá crees controlarlo todo, así de tonto, y el camino te va enseñando. Cheikha apareció en mi vida de alguna forma, como siempre a través de algo o alguien. En este caso, en tantos otros, vino de la mano de Saul, antes llamado Jesús.

El fue el responsable de que esta artista descomunal, esta persona valiente y fuera de toda categoría, apareciera en esta España nuestra para traer un viento de decencia y libertad en su cante, en su imparable saber estar on stage. La historia de Rimitti es la historia del rai, pero también la historia de lo que es un don y una responsabilidad. Sobran palabras, la foto en que charlo con ella (me pregunten en qué idioma, pues lo ignoro) es de una actuación - la última en nuestro país- en enero del 2006 creo, en el Actual de Logroño. Vino a sustituir a una chica francesa, puede que la Birkin, porqué no la Bruni, en fin; una de esas señoras estupendas, Y apareció ella enarbolando sus largos ochentas,su verbo incontenible, su verdad demoledora.

Cheikkha era grande, es grande, ya se lo dije: me recuerdas a mi mare, de mayor quiero ser como vos.

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